Escaramuza en la víspera de la VII Cumbre de las Américas, por Pedro Martínez Pírez.
Por Pedro Martínez Pírez
La decisión cubana de retirarse del acto inaugural en Panamá del Foro de la Sociedad Civil, para no compartir el espacio con elementos mercenarios y terroristas, pagados por Estados Unidos, constituye un primer indicio de la ética que anima a los representantes de la Mayor de las Antillas, quienes asisten por primera vez a una Cumbre de las Américas.
La reacción de los representantes de la sociedad civil cubana se produjo luego de conocer la presencia privilegiada en Panamá de elementos procedentes de Miami que fueron beneficiados mediante una rápida acreditación por funcionarios al servicio de la Organización de Estados Americanos.
La OEA, que es la organizadora de estas Cumbres desde la primera celebrada en Miami en 1994, rechazó la acreditación de instituciones tan importantes como la Central de Trabajadores de Cuba, con tres millones de afiliados, y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, de Puerto Rico. Tampoco ha sido reconocido para poder asistir a la Cumbre Rubén Berríos, Presidente del Partido Independentista de Puerto Rico.
Los delegados de la genuina sociedad civil cubana, que representan a más de dos mil organizaciones no gubernamentales, consideraron inadmisible que los mercenarios y terroristas pagados por Estados Unidos, algunos de los cuales ni siquiera viven en Cuba, hayan sido reconocidos por los organizadores de los foros.
Especial indignación causó a la representación cubana la presencia del agente de la CIA, Félix Rodríguez Mendigutía, terrorista que estuvo vinculado al asesinato en Bolivia, en 1967, del comandante Ernesto Ché Guevara, así como al escándalo conocido como Irán-Contras, para financiar la compra de armas destinadas a la contrarrevolución en Centroamérica.
Enrique Alemán, integrante de la Plataforma Interreligiosa Cubana, dijo que este jueves los representantes de la genuina sociedad civil de Cuba, regresarán a las Mesas de Trabajo a defender los mandatos conferidos a ellos por más de dos mil organizaciones no gubernamentales cubanas, y comentó que el presidente de Panamá, quien invitó a los representantes de la sociedad civil cubana, seguramente no sabe que al foro asisten mercenarios y terroristas pagados por el imperio.
La delegación de la sociedad civil de Venezuela, en solidaridad con sus homólogos de Cuba, también abandonó la sala donde ayer se efectuó el acto inaugural del foro de la sociedad civil, uno de los cuatro encuentros alternativos de la VII Cumbre de las Américas, que sesionará viernes y sábado de esta semana en la capital istmeña con representantes de los 35 países de las Américas.
La enérgica y digna reacción de Cuba ante esta primera evidencia de provocación en Panamá, y la solidaridad de Venezuela, cuyo gobierno ha sido gravemente ofendido por Estados Unidos, constituyen las primeras escaramuzas en la batalla de una América Latina y el Caribe que no constituyen ya el patio trasero del imperio.
La Habana, 09 de abril de 2015
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