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A propósito

LITERATURA FANTÁSTICA Y EL VILLACLAREÑO AGUSTÍN DE ROJAS.

LITERATURA FANTÁSTICA Y EL VILLACLAREÑO AGUSTÍN DE ROJAS.

La ciencia ficción desde una convivencia más humana y original, constituyó el tema que este viernes 21, abordó la tertulia «La Voz del Otro», en la Casa de la Prensa, en Santa Clara, a partir de la invitación que cursó al narrador Agustín de Rojas Anido, una de las más consolidadas voces de este tipo de literatura forjada en Cuba desde la octava década del siglo pasado.

Junto a Rojas Anido, disertó Yandrey Lay Fabregat, talentoso joven periodista del semanario Vanguardia, quien ofreció una mini-conferencia acerca de la naturaleza reflexiva y de la participación que registra el acto de la lectura.

Asistieron periodistas, escritores y otros invitados, amantes de literatura fantástica.

 «La Voz del Otro», (creada por el periodista y escritor, Luís Machado Ordétx), , constituye un encuentro mensual de debate teórico y de promoción literaria entre afiliados de la UNEAC y la UPEC en Villa Clara, empeñados en meditaciones en torno a un discurso establecido entre el hombre y el mundo que lo rodea; la reconstrucción de la realidad y la participación activa de la sociedad.

De Rojas Anido (Santa Clara 1949) es autor de la trilogía de novelas integradas en Espiral (1982), Una leyenda del futuro, (1985) y El año 200 (1990), integradas al universo de la ciencia ficción, así como El Publicano (2004) y de textos ensayísticos referidos a la Historia del Teatro.

Sus obras literarias, agotadas en librerías cubanas, y también devenidas en rarezas en bibliotecas públicas, constituyen, al decir de muchos críticos literarios, el punto más alto de la narrativa que incluye la ciencia ficción como tradición literaria y el deslumbramiento del hombre ante los progresos científicos-técnicos.

El escritor, Premio David, de la UNEAC, dijo, que su universo literario jamás se agotará,  la narrativa que lo sustenta parte de la necesidad de comunicarse mejor con los lectores; de buscar las interpretaciones sociales más allá de cualquier línea divisoria en la cual persista el sentido maniqueo entre el bien y el mal.

Fuente:

Aldo Isidrón del Valle.

Luís Machado Odétx

 

 

 

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