CELIA SÁNCHEZ EN SANTA CLARA POR PRIMERA VEZ.
Celia Sánchez llegó en primavera, mayo, 1920, allá en tierras orientales y se marchó en viaje sin regreso en el invierno del occidente cubano, un día como hoy, hace ya muchos años. Y fue en enero, en 1959, cuando los villaclareños conocimos por primera vez a ésta mujer excepcional, considerada por unos, madre adoptiva y por otros flor autentica nacional.
Sí, fue en enero cuando Santa Clara aclamó a la caravana de la victoria, liderada por Fidel Castro. Aquel día de reyes conocimos a Celia Sánchez, aun la leyenda que fue, no era conocida por nosotros, en su exacta dimensión humana; es hoy, y gracias a sus colaboradores más cercanos, autores de sendas biografías que poseemos, las justas y dignísimas referencias históricas de su personalidad excepcional.
Celia, aquel 6 de enero en Santa Clara perfiló al detalle la organización del acto multitudinario convocado para el parque Vidal. Fidel hablaría a la multitud en la tribuna erigida en el ala izquierda del edificio que hoy ocupa la Biblioteca Martí; Celia coordinó la conferencia de prensa que Fidel sostendría con periodistas de diversas latitudes. La capital de la antigua Provincia de Las Villas, era el centro de la noticia continental. Fidel Castro, la personalidad a entrevistar aquella mañana.
Celia, para muchos de nosotros transitó casi inadvertida. Un colega comentó que aquella frágil, pequeña, inquieta y cariñosa mujer “era la secretaria de Fidel “. La ignorancia mata a los pueblos. Aquella mujer era la más eficaz compañera del líder revolucionario desde los tiempos fundacionales del Ejército Rebelde, la lucha contra el Ejército de Batista, en la Sierra Maestra. Ella fue, alma corazón y vida en la organización de las redes clandestinas, del pueblo y la montaña, en el apoyo a los expedicionarios que desembarcaron por el sur de oriente el 2 de diciembre de 1956 y fue el ada madrina para la protección de aquellos combatientes que lograron sobrevivir, tras el bombardeo aéreo y el ataque por tierra a los revolucionarios que llegaban a Cuba desde México.
La vida de Celia hoy, forma parte del recuerdo agradecido de todos los cubanos. Cuantas obras hermosas de la revolución cubana poseen el sello inconfundible de Celia Sánchez Manduley. Es válido, un día como hoy insistir en la lectura de uno de los libros imprescindibles basados en su vida. Yo recomiendo el Ensayo para una biografía de Celia que escribiera el historiador Pedro Álvarez Tabío, quien hasta su muerte trabajó junto a la heroína de La Sierra Maestra y ayudó en la creación del Centro de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, del cuál ella fue la máxima inspiradora.
Recomiendo también los dos libros recientes, de la autoría de Fidel Castro, “Por todos los caminos de la Sierra”: La Victoria Estratégica, y ”La ofensiva victoriosa del Ejército Rebelde”. En las páginas de éstas obras reviven la acción y también la extraordinaria capacidad organizadora de Celia en la vanguardia y en la retaguardia de la guerra contra el Ejército de Fulgencio Batista en el verano de 1958.
Conocemos de su entrega completa a los sentimientos revolucionarios más personales de Fidel en todos los instantes y quedará para siempre en la historia y en el corazón del pueblo cubano como un ejemplo de lealtad política e ideológica insuperable.
Celia, según Armando Hart, veterano combatiente de la revolución, era una compañera con excepcional intuición, sensibilidad e inteligencia, A su valor personal mostrado en toda su vida de revolucionaria y en especial en los difíciles momentos de la guerra y en los instantes cruciales y decisivo por los que ha atravesado nuestro proceso se unía la sencillez la modestia y una exquisita delicadeza.
Por: Aldo Isidrón del Valle.
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