Revertida la intentona golpista en Ecuador. El pueblo aclama al presidente Rafael Correa
«¡El pueblo, unido, jamás será vencido!», y «Correa, amigo, el pueblo está contigo», gritaba la multitud que, durante todo el día estuvo allí exigiendo su regreso, y ahora también daba vivas a su Presidente cuando este se asomó a la terraza principal del Palacio de Gobierno.
QUITO, 30 de septiembre.— Con un "hasta la victoria siempre" culminó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, su encendido discurso en el Palacio de Carondelet (sede de Gobierno), donde fue recibido en medio de vítores y aplausos por un mar de pueblo, luego de ser rescatado por un operativo del Ejército de un secuestro de más de 12 horas en el hospital Metropolitano, como parte de un intento de golpe de Estado protagonizado por elementos sublevados de la policía, transmitió Telesur.
El Jefe del Ejecutivo calificó este jueves como "un día de profunda tristeza", y admitió que nunca pensó que fuera a vivir una situación similar después de todo lo que el Gobierno de la Revolución Ciudadana había hecho por los más pobres y por la Policía.
En un acto de inmensa dignidad, el mandatario pidió un minuto de silencio para las víctimas de la confusión desatada por elementos opositores, entre cuyos cabecillas mencionó al ex mandatario Lucio Gutiérrez.
La multitud enardecida coreó "Lucio asesino", en referencia al ex presidente Gutiérrez, líder del derechista opositor Partido Sociedad Patriótica, quien se estima es la fuerza política detrás de la conspiración y el intento de Golpe de Estado.
Desde su tribuna en un balcón del Palacio de Gobierno de Carondelet, el presidente agradeció a los estamentos del Estado ecuatoriano que lo apoyaron, a la comunidad internacional, fundamentalmente a los presidentes de la UNASUR, que se encontraban reunidos en ese momento en Buenos Aires para respaldar su gobierno, y al pueblo que valientemente fue a exigir su liberación, gracias a lo cual no se concretó la asonada.
"A la Revolución Ciudadana no la para nadie, no la para nada", ratificó Correa en medio de un clima de efervescencia popular, donde luego se entonaron las notas del himno nacional.
Militares ecuatorianos lanzaron un operativo armado para rescatar al presidente Rafael Correa de donde se encontraba secuestrado rodeado por policías sublevados.
Los incidentes dejaron dos muertos y 37 heridos, según la Cruz Roja.
LOS SUCESOS EN LA MAÑANA
"Yo no voy a claudicar", "de aquí saldré como Presidente o como cadáver", había aseverado el presidente Correa, desde el Hospital Metropolitano de la policía en Quito, donde lo mantenían retenido.
En declaraciones emitidas en horas de la noche, citadas por Telesur, el Jefe de Estado ratificó que no negociaría mientras los policías sublevados lo mantuvieran secuestrado y se siguiera reprimiendo al pueblo que desde horas de la tarde intentaba rescatarlo.
Que los insubordinados depongan esa actitud y entonces podremos hablar de fortalecer la policía en defensa de la democracia y la institucionalidad, subrayó el estadista, de acuerdo con PL.
Destacó que esos elementos violaron la Constitución y agredieron al Presidente de la República, que es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía, así como a su seguridad personal, por lo cual deberán ser sancionados.
Correa agradeció la solidaridad nacional e internacional.
El Presidente ecuatoriano fue atacado en la mañana con piedras, botellas y bombas lacrimógenas, cuando se encontraba en el regimiento número 1 de la capital ecuatoriana, para dirigirse a un grupo de policías, quienes protestaban contra la Ley de Servicio Público, que contempla la eliminación de bonificaciones en un sector que ya ha sido ampliamente beneficiado por la Revolución Ciudadana.
De acuerdo con Canal Uno, citado por Telesur, el dignatario recibió golpes e inhaló gases lacrimógenos, luego de lo cual fue recluido en el hospital Metropolitano de la Policía, donde se le pasó un suero, y a donde intentaron acceder elementos subversivos, expresó en un comunicado el propio mandatario.
También aseguró que antes de ingresar al centro "me quitaron la máscara para que me asfixie... Entonces me trajeron (a la clínica). En verdad que no podía respirar", dijo según citas de AP.
Correa, recién operado nuevamente de su rodilla, se encontraba en el regimiento 1 de Quito para explicar a los efectivos sublevados que la mencionada normativa de Servicio Público prevé una reestructuración total del sector, incluida la Presidencia del país.
Recordó que "nadie ha hecho tanto por los policías como este Gobierno" y dijo que "jamás se habría esperado que una institución como la Policía Nacional hiciera esto, porque ha sido un sector al que se ha ayudado mucho".
De acuerdo con PL, durante el gobierno de la Revolución Ciudadana los policías han recibido aumentos de un 74,7% para los cabos primeros, del 84,9% para los suboficiales, y así en los otros cargos de la institución.
Sin embargo, los efectivos prosiguieron con sus gritos y ofensas, por lo que desde una de las ventanas del Regimiento número 1, reportes destacan cómo el Ejecutivo ecuatoriano declaró enérgicamente: "si quieren matar al presidente aquí está, ¡mátenlo si tienen valor! Pero seguiremos con una sola política de justicia y dignidad".
En medio de gritos e insultos, los manifestantes quemaron neumáticos y lanzaron piedras y bombas lacrimógenas que explotaron muy cerca del rostro del mandatario, quien se lastimó su rodilla recién operada.
Según reportes de varios medios de prensa, la situación se tornó caótica en la capital ecuatoriana y en otras regiones de esa nación latinoamericana, declarada en estado de excepción.
CORREA DENUNCIA CONSPIRACIÓN
El presidente Correa denunció que las violentas protestas policiales realizadas en Quito formaban parte de una conspiración que se ha estado gestando hace meses, y llamó a las fuerzas policiales que sirven a la patria a subordinarse a sus cuarteles, aseveró Telesur.
El mandatario dijo que existen planes de la oposición para conspirar contra el Gobierno, "una oposición que hace rato está buscando un golpe de Estado porque no nos han podido ganar en las urnas", opinó desde el hospital en donde permanecía recluido.
En entrevista exclusiva con el canal multinacional, el Jefe del Ejecutivo culpó de la intentona a los sectores opositores y a simpatizantes del ex mandatario Lucio Gutiérrez, quien aprovechó la situación para pedir una disolución del Parlamento y celebrar elecciones presidenciales anticipadas como solución a la crisis, de la cual, arbitrariamente, culpó al presidente Correa, publicó EFE.
Gutiérrez, quien gobernó en Ecuador entre enero de 2003 y abril de 2005, cuando fue destituido por protestas populares, es un coronel retirado del Ejército, líder del Partido Sociedad Patriótica y uno de los opositores del mandatario.
Por otra parte, el vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, estimó que el presidente Rafael Correa era víctima de una tentativa de secuestro, reportó AFP.
"Un grupo de desadaptados ha intentado secuestrar al presidente de la República", dijo Lenín Moreno a la televisión ecuatoriana desde Guayaquil, donde esperaba volar a Quito en cuanto se normalizara la situación en los aeropuertos.
El presidente venezolano Hugo Chávez afirmó por su parte en Caracas que Correa estaba secuestrado y que temía por su vida.
Dijo que Correa, con quien se comunicó en "4 o 5 ocasiones" desde que comenzó el conflicto, estaba impedido de salir de la sala del hospital, donde era atendido, y que además estaba rodeado de efectivos, afirmó ANSA.
"Le di instrucciones a nuestro embajador y lo bloquearon con mucha violencia los policías, no lo dejaron entrar", agregó.
Ante las denuncias de secuestro, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, convocó al pueblo a rescatar al presidente en el hospital en el cual se hallaba, publicó Telesur.
"Quiero invitar a nuestro pueblo en todos los rincones del país, a que salga a las calles principales de cada una de las ciudades a expresar el apoyo a la democracia y a rechazar el golpe de Estado", dijo Patiño desde el Palacio de Carondelet, en donde se reunieron miles de personas.
"El presidente Correa ha hecho declaraciones en este momento, él está en el hospital de la Policía y nos ha dicho que hay gente que está intentando meterse por los techos para afectar su integridad personal", le comunicó Patiño a la multitud, poco antes de ser él mismo agredido por los sublevados.
Sin embargo, un grupo de policías sublevados reprimió a los cientos de manifestantes que llegaron a los alrededores del centro hospitalario policial de Quito.
"La Policía dispara de frente a la población (...) Disparan directamente a la población (...) agresión directa al pueblo ecuatoriano que lo único que quiere es defender la democracia", explicó vía telefónica Cristian Salas, corresponsal de Telesur en la capital ecuatoriana.
"Los ciudadanos intentan llegar al hospital y son impedidos, agredidos con bombas lacrimógenas y violencia física", dijo el reportero.
VIOLENCIA Y SITUACIÓN DE CAOS
Diversas informaciones describieron acciones de uniformados sublevados en diferentes puntos del país, intentos policiales de intervenir en la Asamblea Nacional, y grupos de la Fuerza Aérea que habían tomado el control de algunos aeropuertos, como el Mariscal Sucre, de Quito, de acuerdo con PL.
En declaraciones a radio Sonorama, citadas por AP, el jefe del aeropuerto, Philippe Baril, dijo que alrededor de 300 militares cerraron las pistas del lugar, y que unos 700 pasajeros se afectaron por dicha medida.
Un despacho de AFP señaló que la sede del Congreso ecuatoriano fue tomada por policías aliados a aquellos que iniciaron la protesta y atacaron al presidente, divulgó la portavoz del Legislativo, Julia Ortega.
Los agentes, que recibieron apoyo de personal motorizado, bloquearon los accesos al recinto en el norte de Quito y se enfrentaron con asambleístas que llegaron temprano e intentaron facilitar el ingreso de sus colegas, añadió Ortega.
Asimismo, trascendió que elementos policiales obstaculizaron las transmisiones de televisión y agredieron a periodistas.
Un cable de EFE destacó que el presidente del canal Telesur, Andrés Izarra, denunció la detención de un equipo de la emisora multiestatal, por parte de "policías golpistas", durante la cobertura de los acontecimientos.
De otro lado, el canal público de Ecuador ECTV denunció en vivo que policías y personas vestidas de civil entraron violentamente a sus instalaciones para tratar de cortar la señal y suspender la transmisión de los hechos, comunicó Reuters.
Imágenes transmitidas por TV Ecuador sobre el ataque que sufrió su sede en Quito, muestran al ex abogado de Lucio Gutiérrez, Pablo Guerrero, liderando al grupo de personas que irrumpieron agresivamente en el medio de prensa.
El periodista ecuatoriano Marcos Párraga confirmó que Guerrero arengó en un discurso al grupo que lo acompañaba e inmediatamente después irrumpieron en la parte inferior del recinto con gritos de "fuera Correa" y trataron de evitar que la emisora siguiera transmitiendo, denunció Telesur.
Policías sublevados golpearon también a dos fotógrafos de la AFP, además de despojarlos de sus cámaras y obligarles a borrar material gráfico, alegaron los reporteros.
MANDO DEL EJÉRCITO LEAL AL PRESIDENTE
El alto mando militar de Ecuador ratificó este jueves su lealtad al presidente Rafael Correa y a su Gobierno legítimamente constituido.
"Las Fuerzas Armadas, como lo determina la Constitución, es una institución de protección de los derechos, garantías, libertades de los ciudadanos ecuatorianos (...) respetamos el estado de derecho", afirmó el general Néstor González, miembro de la institución castrense, en reportes de Telesur.
Por otra parte, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador envió una carta de apoyo al presidente del país, en la cual ratificó su "respaldo al Gobierno y a la democracia", indicó Orlando Pérez, director del movimiento oficialista Alianza País (AP), de acuerdo con EFE.
Acorde con la situación, el Gobierno de Ecuador decretó el estado de excepción en todo el territorio nacional y delegó en las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa, dijo la agencia.
El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, anunció en una rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno que se declaraba el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirían el control de la seguridad.
Mientras, el jefe de Estado Mayor de la Policía de Ecuador, Florencio Ruiz, pidió a la fuerza que deponga su protesta contra el Gobierno. "Entiendo los problemas de los policías, pero no estamos de acuerdo con los desmanes", dijo el jefe policial, según Reuters.
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