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A propósito

René González en Twitter: El diálogo es necesario, por todas las vías que podamos

 

Desde la mañana del lunes, René González está en Twitter.

El único de los Cinco que ha logrado la libertad, después de cumplir íntegramente la desproporcionada e injusta condena que le impuso un Tribunal de Miami, tiene ahora ciudadanía virtual: @rene4the5. Pocas horas después de integrarse a esta plataforma de las redes sociales, René alcanzaba cerca de mil seguidores y había enviado, en español y en inglés, una docena de comentarios en los que se reconocía de manera inequívoca la voz del hombre cuya mayor obsesión es el regreso de sus compañeros encarcelados.

“En 17 días Fernando cumplirá la injusta condena. ¿Permitiremos que con Antonio y Ramón suceda eso? ¿Qué significaría para Gerardo?”, se preguntaba el Héroe de la República de Cuba, quien además saludaba a otros usuarios de Twitter con el desenfado de un usuario de más largo vuelo en el universo virtual. Cubadebate pudo comprobar que, siendo un inmigrante digital

-aquellos que nacieron antes de que se popularizara la cultura en red-, René se aplicó durante varios días para salir airoso de esta prueba e interactuar con los cibernautas del modo más natural y cercano posible.

-René, ¿por qué en Twitter?

-La entrada en Twitter es un atrevimiento. He observado que en la lucha por los Cinco le hemos dejado un poco ese espacio al enemigo, y desde que regresé siempre estuve pensando cómo ayudar para que seamos nosotros quienes ocupemos ese lugar en las redes. He comenzado a aprender un poco del tema con jóvenes, algunos estudiantes de la Facultad de Comunicación, y todos coinciden en que es un imperativo integrarse a ellas, de manera personal. Me sugerían fundamentalmente Twitter. Y decidí dar el paso, un poco vacilante porque uno no se siente muy seguro en ese medio. Yo soy piloto no especialista en las redes. Sin embargo, creo que se puede lograr, que vale la pena intentarlo porque es un medio de comunicación muy popular en Estados Unidos, una herramienta idónea para acercarnos al público norteamericano. Después tendré que ir perfilando el mensaje, la forma, el contenido. El objetivo es ese: llegar al público norteamericano por esta vía, sin descartar alguna otra red social en la que más adelante podríamos intentar la incursión en ellas.

 

-Estas plataformas son un espacio para intercambiar con otros, que pueden estar muy lejos físicamente, pero muy cerca de nosotros en el espacio virtual, a la distancia de un clic. En Twitter, el 34 por ciento de la audiencia habla inglés y más del 80 por ciento de los norteamericanos que están en Internet son usuarios activos de alguna red social. ¿Qué le interesa dialogar con ese alguien tan lejos y tan cerca a la vez?

-Quiero hablar personalmente del Caso (de los Cinco), no desdeñar ninguna vía para hablarle al público norteamericano y lograr su interés. Ahí es donde tendremos que perfilar el mensaje y ser creativos. El norteamericano no conoce el Caso de los Cinco. En las estadísticas que tu mencionas, presumo que una buena parte son universitarios, académicos, líderes de opinión que nutren a los tanques pensantes de la política de Washington, y nos interesa sobre todo que ellos conozcan nuestra historia. Se han dado pasos, yo diría que con mucho trabajo se ha abierto una pequeña brecha – ahí está, por ejemplo, la presentación del libro de Stephen Kimber (What Lies Across the Water: The Real Story of the Cuban Five) en universidades norteamericanas-. Las redes sociales son otras herramientas que disponemos para seguir abriendo esa brecha, las tenemos a la mano y no suponen un gran costo económico, como sí lo es publicar anuncios en periódicos importantes.

-Las redes sociales son un espacio muy desaprovechado por los movimientos que acompañan la causa de los Cinco, que parecen preferir las formas tradicionales de movilización y expresión políticas. ¿Tiene conciencia de eso?

-A mí me interesa el diálogo. Tuve una buena experiencia con (los blogueros de) La Joven Cuba, en un par de ocasiones en las que colaboré con ellos, cuando me encontraba en libertad supervisada (en Miami). El diálogo es necesario y no renunciaremos a él, por todas las vías que podamos. Empezaremos en Twitter y después iremos sumando otras formas de comunicación. Es muy importante que las personas que están ahí, particularmente los norteamericanos, escuchen directamente a uno de los Cinco y cuando venga Fernando, seremos dos.

-Próximamente tendrán un encuentro presencial en Londres…

-Hay dos actividades fundamentales en este año: el encuentro en Londres, en marzo, y la Jornada de los Cinco en Washington, más adelante, en junio. Dos propósitos fundamentales tendrá el encuentro en Londres: atraer a parlamentarios de todo el mundo para que conformen una comisión internacional de investigación sobre el caso de los Cinco. El fallo va a tener el patrocinio de personalidades mundiales reconocidas. Otro propósito del encuentro es recaudar fondos para apoyar las actividades en Washington.

-El 27 de febrero termina la condena de Fernando González Llort, y debe salir en libertad. Él no es ciudadano norteamericano, no tiene que pasar por el otro calvario de la “libertad supervisada” que pesó contra usted.

-Normalmente el prisionero una vez que termina la sentencia ya tiene bastante avanzado el proceso de deportación a su país de origen y esta casi siempre se produce de manera expedita. Siento algo de alivio de que ahora serán solo tres los que estarán en la cárcel. Siento el mismo alivio que el resto que está en prisión: la alegría de que uno más de nosotros pueda estar con su familia, pero también siento la pesadumbre de que otro más cumplió íntegramente su sentencia. Y siempre recordamos que si Antonio cumple toda su sentencia, nadie sabe si podrá ver a su mama aquí en Cuba. Y que si Ramón cumple su sentencia, no vendrá hasta el 2024 y que para Gerardo significaría morir en la cárcel. Por eso tenemos que intensificar todas las acciones y, sobre todo, no perder oportunidad alguna de hacer algo por el Caso de los Cinco.

-En Twitter y en otras redes lo principal es comunicar sentimientos, pero hay que lidiar con la tecnología y no cansarse. ¿Podrá René?

-Eso espero.

(Tomado de Cubadebate)

 

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