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A propósito

SE DESPIDE UNA VOZ

SE DESPIDE UNA VOZ

 

 

Falleció el Maestro de periodistas Aldo Isidrón del Valle, Premio Nacional de Radio

 

03 de Enero del 2016

Miguel Angel Montero, de CMHW

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Aldo Isidrón del Valle, Premio Nacional de Periodismo José Martí, el maestro indiscutible, el escritor, director, locutor y guionista, se fue tan rápido que no alcanzó el tiempo para un leve adiós.

 

No se lo creen los pasillos de esta casa de la radio donde fuera patriarca indiscutible. Tampoco los oyentes atentos que formó, y hasta aquellos jóvenes que, sin saber quién era, intuyen que se trata de una pérdida irreparable al solo escuchar su nombre en la nota radiada en la mañana: Aldo Isidrón del Valle, Premio Nacional de Periodismo José Martí, el maestro indiscutible, el escritor, director, locutor y guionista, se fue tan rápido que no alcanzó el tiempo para un leve adiós.

Hace solo unos días su cabeza, blanca de tiempo e historias de ayer, se reclinaba con gusto en uno de los sillones de esta, su casa de siempre. Entonces saludaba elocuente y te detenía el paso apurado con su apurado verbo para sugerirte el valiente reporte, o la crónica escurridiza que en los libros no está. El caballero galante, delgado y correcto, tampoco sabía cuándo bajaría estas escaleras por última vez.

Y es que 87 años nunca fueron demasiado tiempo para el intrépido joven, aun diestro de espíritu y alma como para protagonizar esas hazañas intelectuales que le valieron por algunos años estar cerca del Che.

El Corresponsal de Guerra en el Escambray, Girón y Angola, seguía con su paso firme y la sonrisa amable, regalando episodios con tintes de ayer.

Aun cuando podía acomodarse en la quieta tranquilidad de un retiro, decidió abrazarse a su profesión hasta el último día. Su amor por la radio nació en aquellos instantes en que siendo un mozo entró en una radioemisora como auxiliar de limpieza y con 23 años se hizo locutor.

Luego, en 1958 comenzaría a estudiar Periodismo en la Escuela Profesional Severo García Pérez, pero esa institución cerraría sus puertas en rechazo a la tiranía de Fulgencio Batista, y no sería hasta 1964 cuando logra licenciarse en Periodismo desde la Universidad de La Habana, lo que según él, nunca olvidaría, pues junto a su título llega el primer premio de Periodismo, convocado por el Periódico Revolución. Recordar ese lauro,  habla de la modestia sin límites cuando decenas de elogios y condecoraciones le llegarían después.

Y si de premios se hablara, otro enero, —de júbilo aquel— le trajo el regalo mayor: Tras el acelerado torbellino de la Revolución, en el que Aldo protagoniza importantes momentos junto al Che y Fidel.

Entre 1960 y 1966 dirige el Noticiero Provincial de Radio a través de la CMHW y hace aportes sustanciales desde la redacción periodística tanto al Noticiero Patria o a La Radio Revista W, en la que el pueblo siempre esperaría la Sección A Propósito.

Y a propósito… difíciles serán las próximas mañanas sin escuchar su voz. El abuelo elegante e intelectual certero se desprende de todos sus atributos físicos para convertirse en recuerdo. No bastaron los innumerables afectos, premios o distinciones para amarrarle a la vida, y nos dijo adiós desde una pequeña sala de hospital.

Esta pérdida es grande, Isidrón, pero al saberte vivo, se vuelve más llevadera, como el guiño jocoso que tantas veces le hiciste a la muerte o el finalísimo instante en que tras un micrófono se despide una voz.

 

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