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A propósito

Adelantarnos al riesgo

Adelantarnos al riesgo

 

 

 

 

Foto: Jose M. Correa

En la Reunión Técnica de Especialistas y Directivos para la Prevención y Enfrentamiento del virus del Ébola quedó claro que lo más importante es estar precavidos y preparados ante el riesgo que implica la actual epidemia

Si una lección ha dejado la epidemia de ébola en África occidental es que la situación epidemiológica mundial indica el peligro al que hoy se enfrenta el mundo y la necesidad de la preparación de los países para el adecuado enfrentamiento de esta y otras emergencias que en el futuro puedan surgir.

A esta conclusión arribaron este jueves los delegados de 34 países y varias organizaciones internacionales participantes en la Reu­nión Técnica de Especia­listas y Directivos pa­ra la Prevención y Enfrentamiento del virus del Ébola, que sesionó durante los últimos dos días en el Palacio de Convenciones de La Ha­bana.

Los expertos subrayaron que la capacitación de los recursos humanos, la investigación, el intercambio científico, la comunicación, información y la aplicación de los avances tecnológicos, son pilares fundamentales en los países para incidir positivamente en el enfrentamiento a estas contingencias.

En ese sentido, eventos como el que concluyó este jueves demuestran que lo más importante es estar precavidos y preparados ante el riesgo que implica la actual epidemia de ébola, catalogada como emergencia de salud pública debido a la amenaza real que representa su propagación a otros países y regiones del mundo.

 

DISMINUIR EL RIESGO DE INFECCIÓN
En la jornada matutina, los coordinadores de las cuatro comisiones que analizaron el miércoles temas claves a tener en cuenta para el enfrentamiento al virus del Ébola presentaron sus relatorías de trabajo, basadas en las 160 intervenciones de los delegados y que fueron sometidas nuevamente a debate en sesión plenaria.

Los participantes agradecieron el fructífero intercambio que suscitó entre los representantes de los países y los consultores de la Organización Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS).

Como resultado de los debates, en la Relatoría General de la reunión se señalaron varias líneas de acción que servirán como guía del trabajo futuro.

Respecto al manejo clínico de los pacientes, se destacó la necesidad de establecer la vigilancia epidemiológica de las personas procedentes de áreas de transmisión, con riesgo de haber adquirido la enfermedad, en centros destinados a estos fines.

Establecieron que los equipos de respuesta rápida deberán incluir epidemiólogos, mé­dicos de perfil de urgencias, enfermeras y otros especialistas que se consideren pertinentes, así como contar con personal debidamente preparado para la vigilancia del cumplimiento de las normas de bioseguridad establecidas, acorde con los documentos de la OMS/OPS para la ejecución de los componentes de los planes de acción nacional que lo requieran.

Se determinó que el seguimiento y la evaluación del paciente sea eminentemente clínico siguiendo todos los requisitos de la OMS/OPS.

De igual forma, se propuso establecer la cooperación entre autoridades reguladoras de los países de la región para el traslado de las muestras biológicas a través de fronteras, así como el desarrollo de nuevos candidatos vacunales y productos para el tratamiento deSe aconsejó, además, elaborar protocolos de actuación cumpliendo los requerimientos de bioseguridad establecidos, acorde con las normas emitidas por la OMS/OPS, experiencias internacionales, la disponibilidad de re­cursos, tecnologías, así como las propias ex­periencias y los conceptos éticos y jurídicos de cada país.


REFORZAR LA VIGILANCIA Y LA BIOSEGURIDAD
Los delegados coincidieron en que reforzar el sistema de vigilancia de cada país y su articulación con los distintos centros nacionales de enlace para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) es vital para dar una respuesta efectiva conjunta ante la amenaza del ébola.

Recomendaron que los países crearan un centro de dirección nacional para el enfrentamiento al ébola que actualice sistemáticamente la situación epidemiológica y coordine todas las medidas para evitar la introducción del virus.

También se señaló la necesidad de fortificar las relaciones intersectoriales a nivel de frontera para obtener la información más completa sobre naves, tripulaciones, viajeros que arriben al país, e impulsar el proceso de certificación del Reglamento Sanitario Inter­na­cio­nal en los países de la región.

Los delegados analizaron profundizar la evaluación de riesgo para hacer las intervenciones más costo-eficientes y desarrollar de manera sistemática el intercambio de experiencias y lecciones aprendidas en el enfrentamiento al ébola entre los países de las Amé­ricas.

Igualmente se propuso garantizar el cumplimiento de lo establecido por la OMS/OPS para el diagnóstico virológico en laboratorios certificados con nivel de seguridad biológica 3.

También se recomendó definir por cada país toda la ruta crítica que garantice el envío de muestras hasta los laboratorios de referencia de la OMS/OPS para el diagnóstico y confirmación de casos.

Se hizo énfasis en la pertinencia de definir y estandarizar los criterios acerca de la utilización de los Equipos de Protección Personal (EPP) y se abogó por crear una reserva regional de los mismos con precios preferenciales para los países de la región, así como de otros insumos en cantidades suficientes para su distribución inmediata en caso de emergencia.


CAPACITACIÓN E INFORMACIÓN VERAZ Y OPORTUNA
Con el objetivo de fortalecer la gestión de la comunicación en los países de las Américas en el enfrentamiento a esta epidemia, se propuso desarrollar la capacitación virtual y el aprovechamiento de las tecnologías de la in­formación y las comunicaciones en nuestra región, de modo que puedan incrementarse los conocimientos de identificación de los riesgos.
De igual forma, conciliar el uso de protocolos internacionales enfocados en los aspectos éticos del manejo de la información.

Señalaron que los países deben gestionar o asignar fondos para el diseño, producción y distribución de productos comunicativos y el desarrollo de estrategias y campañas de educación pública orientadas hacia la prevención; y dirigidas hacia las poblaciones vulnerables con prioridad en la capacitación del personal sanitario. Es necesario que esos productos lleguen a espacios comunitarios como escuelas, universidades, centros laborales, en zonas urbanas y rurales.

También se recomendó desarrollar en cada país una estrategia de comunicación social como parte del plan nacional y propiciar el intercambio sobre las prácticas y experiencias para llevar a cabo una comunicación efectiva que prepare a la población en el autocuidado de su salud.

De forma general, la cita demostró que es posible la concertación de estrategias a nivel regional y la profundización en los elementos prácticos a tener en cuenta para prevenir la introducción y diseminación del virus.

Fuente: Periodico Granma

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