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A propósito

Un pueblo que escuchará a Su Santidad con profundo respeto y civismo

Un pueblo que escuchará a Su Santidad con profundo respeto y civismo

Conferencia de prensa de Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en la inauguración simultánea de centros de prensa en el Hotel Nacional de la ciudad de La Habana y en el Meliá de Santiago de Cuba, para dar cobertura a la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba, el 23 de marzo de 2012, "Año 54 de la Revolución".

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

 

Gustavo Machín (Moderador).—Nos encontramos en la ceremonia de inauguración de los centros de prensa en el Hotel Nacional, en La Habana, y en el hotel Meliá, en la ciudad de Santiago de Cuba.

La visita apostólica del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano a nuestro país, como conocen, tendrá lugar entre el 26 y el 28 de marzo de 2012.

En el día de hoy, como decía, quedan inaugurados los centros de prensa, en La Habana y Santiago de Cuba, que brindarán las facilidades a la prensa extranjera y nacional que cubrirá la visita del Papa Benedicto XVI.

A pesar de los obstáculos que enfrenta nuestro país para acceder a las más novedosas y adelantadas técnicas de trasmisión y conectividad como consecuencia del bloqueo se han creado las condiciones necesarias para que la prensa escrita, televisiva, radial y electrónica pueda difundir a Cuba y al mundo la visita del Sumo Pontífice.

Contarán con el apoyo permanente de funcionarios, técnicos y especialistas que laborarán junto a ustedes en este centro de prensa y, por supuesto, en el de Santiago de Cuba.

Cubrirán la visita del Sumo Pontífice 797 periodistas de 295 medios de 33 países.

Como apoyo informativo para la opinión pública general, pero también la prensa acreditada, se ha activado un sitio Web oficial que brindará información sobre esta visita. Podrán acceder al mismo a través de la dirección Benedictocuba.cubaminrex.cu.

La señal de todas las actividades será trasmitida en vivo en ambos centros de prensa y se ha previsto la cobertura de los principales eventos del programa.

Esperamos que las condiciones creadas satisfagan las necesidades de la prensa y que todos ustedes hagan gala de profesionalidad y objetividad en su cobertura.

Contamos con la presencia del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, quien ha accedido a estar con nosotros en esta inauguración del centro de prensa.

Bruno Rodríguez.—Señor Nuncio Apostólico, monseñor Bruno Musaró; estimados colegas —entiendo que me escuchan en Santiago de Cuba los colegas que se han adelantado y se encuentran ya en esa ciudad—:

 

Restan pocas horas para la llegada a Cuba de Su Santidad Benedicto XVI. El pueblo cubano todo, creyentes y no creyentes, lo aguarda con afecto y respeto.

El Gobierno cubano se ha esforzado para hacer de la visita de Su Santidad un acontecimiento memorable y un éxito pleno.

Hemos trabajado de manera fluida y armoniosa con el señor Nuncio Apostólico, con la Santa Sede y la Iglesia Católica en Cuba.

Quienes pretendan obstaculizar esta visita apostólica con manipulaciones políticas fracasarán, porque Su Santidad encontrará en Cuba a un pueblo patriótico e instruido, orgulloso de su cultura, de sus convicciones, de su independencia, de su proyecto social, de su democracia genuina y de sus sentimientos de solidaridad y justicia; un pueblo que escuchará a Su Santidad con profundo respeto y civismo.

Muchas gracias.

Moderador.—El Ministro accederá a responder algunas preguntas por parte de los presentes.

Francisco Forteza (ANSA).—Canciller, se ha hablado mucho de lo que puede enseñar el Papa a Cuba. Yo quisiera escucharlo sobre lo que puede Cuba mostrar y sobre lo que puede aprender el Papa en Cuba, según su opinión.

Bruno Rodríguez.—No me atrevería a opinar sobre asunto tan complicado; pero estoy seguro de que el Papa encontrará en Cuba a un pueblo noble y trabajador, a un pueblo orgulloso de su historia y de sus tradiciones, que ha cultivado durante más de un siglo de lucha por la independencia; también por la abolición de la esclavitud, durante medio siglo de resistencia frente al bloqueo que se impone desde el exterior. Encontrará, seguramente, en Cuba una cultura vigorosa, un proyecto social en desarrollo, en constante perfeccionamiento. Encontrará a un pueblo comunicativo y hospitalario que hará todo lo posible por hacer que la visita de Su Santidad sea trascendente y que guarde una cálida memoria de un hecho que será necesariamente importante y memorable.

Moderador.—Vamos a pasar al centro de Santiago de Cuba para que hagan una pregunta desde allá.

Fabiola López (Telesur).—Es para preguntarle, ministro, cuáles son, en estos momentos, los puntos de coincidencia entre la Santa Sede y el Gobierno cubano.

Bruno Rodríguez.—Las relaciones entre la Santa Sede y Cuba han tenido un desarrollo ininterrumpido y son muy favorables.

Desde la visita a Cuba del venerado Papa Juan Pablo II, y en los catorce años que han transcurrido, se han puesto de manifiesto numerosas coincidencias, que vienen de las que existen entre el proyecto social cubano y los sentimientos cristianos.

Cuba es un país que defiende su independencia, que busca un orden internacional nuevo y equitativo, que se opone a la opresión de las finanzas, al trato a los seres humanos como si fueran meros animales consumidores; que defiende una cultura universal, respetuosa de la diversidad que existe en nuestro planeta.

Cuba es un país donde hay una plena libertad religiosa y donde el Estado tiene buenas relaciones con la Iglesia Católica. Donde se observa el precepto constitucional que garantiza libertad religiosa plena a todos los cubanos.

Tiene relaciones, igualmente positivas, con otras religiones e instituciones religiosas.

La Santa Sede ha asumido posturas que Cuba comparte, en particular, en la búsqueda de la globalización de la solidaridad, y del ejercicio de los derechos humanos para todos los seres humanos. En la lucha contra la pobreza, contra la exclusión, en la búsqueda de un orden internacional democrático y equitativo.

En particular, el Gobierno cubano comparte con la Santa Sede sus posiciones tradicionales en defensa de la paz, en oposición a la guerra; frente a las amenazas de guerra. En la preservación de la especie humana frente a la existencia de enormes arsenales nucleares o del cambio climático que ponen en peligro la supervivencia de la humanidad.

Andrea Rodríguez (AP).—Buenos días.

Señor, esta mañana, a bordo del avión vaticano, el Papa hizo unas declaraciones que fueron consideradas muy fuertes por observadores, en el sentido de que la ideología marxista —lo dijo así— no era válida en el mundo actual y ofrecía él sus gestiones y su disposición para buscar modelos alternativos junto con Cuba. Quisiera, por favor, un comentario suyo al respecto.

Gracias.

Bruno Rodríguez.—Gracias.

Respetamos todas las opiniones, consideramos útil el intercambio de ideas. Nuestro pueblo tiene convicciones hondas, desarrolladas a lo largo de toda nuestra historia, que ha producido también muchos mártires; una historia, de más de un siglo de lucha por la independencia; por la abolición de la esclavitud; una historia de medio siglo enfrentando lo que el venerado Papa Juan Pablo II calificó de "¼ medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del país, injustas y éticamente inaceptables" y que la Santa Sede consistentemente ha denunciado.

Nos parece que el proyecto social cubano tiene un acervo, muestra una obra construida, está abierto al intercambio de ideas, es un proyecto social democrático, escogido genuinamente, que se encuentra, al mismo tiempo, en constante perfeccionamiento.

Escucharemos con todo respeto a Su Santidad.

Ian Sherwood (BBC).—Muchas gracias, ministro.

Discúlpeme que no hable español, pero William Raskip me va a traducir la pregunta. Quisiera tomar como punto de partida lo que ha dicho mi colega acerca de los comentarios hechos por el Papa en México. Se destacaron dos aspectos. En primer lugar, él habló del fracaso de la ideología marxista. En otras palabras, en su opinión, el comunismo había fracasado. Y en segundo lugar, él habló sobre la importancia de la libertad de conciencia. ¿Pudiera preguntarle, está usted de acuerdo con lo que el Papa ha expresado hoy?

Bruno Rodríguez.—La libertad está entre los valores supremos de nuestra cultura y de nuestro pueblo; la libertad y la dignidad del ser humano. Aprendimos de José Martí nuestra búsqueda de la justicia suprema para el ser humano. No solo nuestro pueblo tiene hondas convicciones, sino que ha realizado una contribución sustancial para bien de todos los seres humanos. El pueblo cubano ha tenido que defender su libertad y su independencia en las más difíciles condiciones. Es uno de los valores más preciados que inspira al proyecto social que construimos y que perfeccionamos cada día.

Desde que empezó la formación de la nación cubana hasta hoy, hemos luchado y luchamos por una Cuba libre.

Moderador.—Muchas gracias.

Ministro, le agradecemos su presencia en la inauguración del Centro de Prensa.

Bruno Rodríguez.—Muchas gracias a todos.

Fuente: Periódico Granma

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